Desinfección de agua industrial: diferentes métodos y su efectividad.

La desinfección de agua industrial es un paso crucial para garantizar la calidad del agua en procesos productivos y proteger equipos y tuberías de incrustaciones y corrosión microbiológica. A continuación, exploramos los diferentes métodos de desinfección y analizamos su efectividad:

1. Cloración (cloro libre y cloraminas)

La cloración es el método más tradicional y económico. Consiste en dosificar cloro libre (hipoclorito de sodio o cal) para oxidar y eliminar bacterias, virus y algas. Las cloraminas (mezcla de cloro y amoníaco) ofrecen un residual más estable, ideal para sistemas de recirculación industrial. Su efectividad depende del pH (óptimo entre 6,5 y 7,5), temperatura y tiempo de contacto (CT), siendo muy eficaz contra coliformes y pseudomonas, aunque genera subproductos como trihalometanos (THM) que requieren control .

2. Desinfección UV

La radiación ultravioleta (UV-C) inactiva organismos al dañar su ADN, sin añadir químicos ni dejar residual – lo que puede ser una limitación en circuitos largos. Los sistemas de desinfección UV ofrecen alta eficacia contra bacterias, virus y protozoos (Giardia, Cryptosporidium), y no generan subproductos tóxicos. Para un diseño óptimo, es clave garantizar turbidez baja (< 1 NTU) y un flujo laminar para máximo contacto .

3. Ozono

El ozono es un oxidante más potente que el cloro. Se produce in situ y elimina materia orgánica, algas y microorganismos en segundos. Su efectividad abarca bacterias, virus y lodos biológicos. La desventaja es la falta de residual, por lo que suele combinarse con cloro o sistemas UV. Además, requiere generadores costosos y sistemas de destrucción de ozono residual para evitar emisiones .

4. Biocidas no oxidantes

Productos como isotiazolinonas, glutaraldehído y quaternarios de amonio actúan inhibiendo procesos celulares sin oxidación. Se usan en dosificaciones por pulso para prevenir biofilm en torres de enfriamiento y circuitos de agua caliente. Su efectividad depende de la dosis, frecuencia y limpieza previa de superficies, y requieren manejo cuidadoso por su toxicidad .

La selección del método óptimo depende del tipo de contaminantes (bacterias, virus, protozoos), del volumen de agua, la presencia de materia orgánica y la necesidad de un residual químico. En muchos casos, la combina­ción de tecnologías (por ejemplo, pretratamiento con cloro y pulso de UV) maximiza la efectividad y minimiza los costos operativos y la formación de subproductos. Implementar un plan de monitoreo continuo (pH, turbidez, CT) y un programa de mantenimiento garantizará una desinfección de agua industrial segura, eficiente y sostenible.